los animales, las respuestas que éstos ofrecen al
medio ambiente son siempre de carácter mecánico y unívoco. Hay así un
“ajustamiento” perfecto gracias a su dotación y determinación biológica
que les hace responder ante los estímulos siempre de una forma y no
de otra. A este ajustamiento se le denomina “justeza”, y se produce de
forma automática.
Ahora bien, mientras en los animales hay siempre respuestas unidireccionales
y repetibles mecánicamente, en el ser humano la respuesta
no se produce de forma automática, y en esta no determinación de la
respuesta, se produce el primer momento básico de la libertad, gracias a
que el hombre se encuentra libre de estos estímulos del medio ambiente
y puede adaptarse de múltiples formas gracias a que posee inteligencia,
misma que le permite hacerse cargo de su situación de manera libre y
consciente. Y no sólo porque la respuesta no viene ya biológicamente condicionada, sino porque, precisamente por esta razón, tiene que justificarla.
A este tipo de ajustamiento humano, se le denomina “justicia”.
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